martes, 28 de diciembre de 2010

La Campaña Butterfly

Pensemos en India, su norte, el pueblo Mirazfary, el curandero Sushil Bharati distribuyendo medicina para la tos, dando consejos sobre el karma, y en su oficina bajo un árbol. Bharati, con sus colegas, es sumamente importante en algunos pueblos de su país donde la pobreza es extrema. Tal es la relevancia que reviste su figura que, sin imaginarlo nunca, y con la ayuda de más curanderos, se convirtió en el centro de una campaña de marketing para el control de la natalidad llamada Butterfly.

El programa consistía en que esta gente mágica, cuya reputación no estaba en duda por nadie, contaba a los hindúes acerca de las pastillas anticonceptivas y los condones. Una vez hecho el acuerdo de "beneficios" mutuos entre las partes, la realidad del pueblo Mirazfary informaba que:

-Eran 10.000 ciudadanos muy pobres.
-Tenían entre 5 y 10 hijos por familia.
-Ingreso promedio de 10 dólares mensuales.

A pesar de lo desfavorable del cuadro social, el programa enfrentaba gran escepticismo, aunque sabemos de lo potente que fue y será el marketing donde lo único que no cambia es el cambio.

La acción: mariposas (butterflies) pegadas en anuncios, paredes de edificios, en los cuadernos de recetas del señor Bharati.

Pero..., ¿qué pensaba la mujer hindú sobre el tema?
Algunas creían que la píldora causaba cáncer, en tanto otras dejaban que sus esposos tomaran carta en el asunto.

¿Surtió efecto concreto la campaña?
Hubo señales de su efectividad en Bihar, e incluso en estados donde el analfabetismo era y sigue siendo muy elevado entre las mujeres.

La clave para el control de la natalidad: el analfabetismo y la educación.