En el siglo veinte, con la gran depresión en los Estados Unidos, surgieron las primeras manifestaciones de los consumidores contra la especulación y en demanda de un control de precios. En la primera mitad de ese siglo, ya se organizaban movimientos de consumidores que exigían protección y derechos.
Hoy, existen normas jurídicas nacionales e internacionales que defienden a los consumidores. Entre las leyes internacionales destacan la Carta Europea de Protección de los Consumidores (1973), siendo el primer documento que reconoció el “derecho de los consumidores a organizarse en asociaciones y a ser representados”, y que les ofreció protección. Ese mismo año se creó el Comité Consultivo de los Consumidores.
Posteriormente, en la Organización de Naciones Unidas (1985), se establecieron las Directrices para la Protección al Consumidor.
Veamos algunos derechos:
El derecho a la seguridad: protección contra productos o servicios riesgosos para la salud o la vida.
El derecho a estar informado: obtención de hechos necesarios para una selección informada; protección contra declaraciones fraudulentas, engañosas o que confunden.
El derecho de selección: acceso asegurado a una diversidad de productos y servicios a precios competitivos.
El derecho a ser escuchado (compensar): asegurarse que los intereses del consumidor reciben consideración completa y amable en la formulación e implementación de políticas reglamentarias, así como una indemnización rápida y justa.
El derecho a disfrutar de un entorno limpio y sano.
El derecho de los pobres y otras minorías a proteger sus intereses.
Les presento a Marcas Fernández