El logotipo consiste en letras características que forman palabras, unidas a dibujos que dan relieve al nombre y facilitan su identificación.
Nació a principios del siglo dieciocho cuando la imprenta funcionaba a pleno.
¿En qué favorece a la marca?
-acorta su lectura visual.
-la familiariza con el público, representándola y proyectándola.
-acentúa su significado.
-distingue una de otras.
Por tanto, el nombre la marca entra así en una de las grandes articulaciones del lenguaje publicitario.
Tarde o temprano, el logo se convierte en mito, la palabra en idea y la idea amplía y magnifica el nombre de la marca. Todo esto forma parte de la liturgia publicitaria, con su código de valores, dentro de la relación del hombre con aquello que, día a día, lo rodea.