Fuentes de fricción
Las cuatro áreas de posible fricción son las relativas a asuntos jurídicos, recursos humanos, publicidad y marketing.
El departamento de publicidad y el de relaciones públicas suelen chocar porque compiten por obtener fondos para comunicarse con las audiencias externas. Las diferencias filosóficas también son patentes. El planteamiento del departamento de publicidad sobre la comunicación parte de la pregunta “¿logrará aumentar las ventas?”
El departamento de relaciones públicas se pregunta “¿creará más simpatizantes?” Estas divergencias de opiniones suelen provocar rupturas en la coordinación de la estrategia global.
Fusiones entre empresas de relaciones públicas y agencias de publicidad
Existen varias razones para que los grandes conglomerados de publicidad adquieran empresas de relaciones públicas. Una de ellas es el paso evolutivo natural de integrar diversas disciplinas de la comunicación en “redes de comunicación total”. Los defensores de esta postura afirman que ninguna agencia con una única función dispone del personal ni de los recursos necesarios para realizar de forma eficiente funciones complejas, con frecuencia a escala global, de marketing. O sea, las sinergias entre la publicidad y las relaciones públicas que se generan bajo una sola empresa pueden ofrecer de manera más eficiente un mensaje coherente cuando se lleva a cabo una campaña con múltiples facetas. Además, la unión de las relaciones públicas y la publicidad puede aumentar el grupo de nuevos clientes potenciales, con más contactos, y ampliar el número de localizaciones geográficas.
Una segunda razón se reduce a cuestiones puramente empresariales. Las empresas de publicidad y sus empresas matrices consideran que las empresas de relaciones públicas constituyen una inversión atractiva.
Tradicionalmente, las empresas de publicidad consideraban que las relaciones públicas eran un añadido en las grandes campañas publicitarias. Hoy en día no es así, ambas están desarrollando un respeto mutuo por sus respectivas disciplinas.